jueves, 13 de noviembre de 2014

Tema 3 - Segunda parte

Tipos de migraciones

Según el lugar de destino, las migraciones se clasifican en interiores y exteriores:
   • Las migraciones interiores tienen lugar dentro de un estado. La más importante es el éxodo rural, o emigración desde el campo a la ciu­dad. Sus consecuencias son el despoblamiento de los campos y el cre­cimiento de las ciudades.
   • Las migraciones exteriores son desplazamientos que sobrepasan las fronteras de un país. Actualmente, están protagonizadas por personas de países pobres de África, Asia y América Latina que se dirigen hacia países ricos, con recursos o industrializados.
  
    3.5. Las consecuencias de las migraciones

Las consecuencias de las migraciones son desiguales para los países de origen de los emigrantes que para los países de destino o receptores.
   • Para los países de origen, las migraciones aportan ciertas ventajas, pero también suponen inconvenientes:    
– Las ventajas son la reducción de la población y de la natalidad, la disminución del desempleo y el envío    de remesas de dinero de los emigrantes a sus familias.
  – Algunos inconvenientes son la pérdida de población joven y el envejecimiento de la sociedad.
   • Para los países de destino, las inmigraciones también suponen deter­minadas ventajas, pero, a veces, se
      producen algunos problemas :
  – las ventajas de las migraciones son el rejuvenecimiento de su pobla­ción y el aumento de la natalidad, la

     disponibilidad de mano de obra barata y la multiculturalidad.      
  – Los inconvenientes son los problemas de convivencia (xenofobia y racismo), la inadaptación de algunos
     inmigrantes.


4. LA POBLACIÓN EN ESPAÑA

        4.1. Distribución y dinámica de la población
En España, la distribución de la población presenta grandes diferen­cias entre regiones:
   • Los focos de concentración son: Madrid, la periferia peninsular, Ba­leares y Canarias, que han atraído población desde el pasado por sus actividades industriales y terciarias.     
   • Los focos de despoblamiento son: el interior peninsular, con mayor peso de las actividades agrarias y la emigración; y las áreas de monta­ña, por sus difíciles condiciones de vida.    
El crecimiento natural de la población española es escaso (2,91‰ en 2008). Las cifras más elevadas corresponden a Madrid, el litoral medi­terráneo, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, debido a la inmigración pasada y actual. Las cifras más bajas se dan en la cornisa cantábrica y el interior peninsular, fuertemente envejecidas. 

        4.2 Las migraciones en España
En la historia reciente, y hasta 1975, España fue un país emigratorio.
   • Las migraciones interiores estuvieron protagonizadas por el éxodo rural. Este éxodo se dirigió, principalmente, a las zonas más indus­trializadas, como Cataluña, Madrid, el País Vasco, Valencia, Sevilla, Málaga y Baleares.
   • Las migraciones exteriores, en España, se dirigieron a América Lati­na y Europa. Varios millones de españoles salieron hacia esos lugares.
Desde 1995, España entera se han convertido en país receptor de inmi­grantes, debido al envejecimiento demográfico de la población española y a la necesidad de mano de obra.